Muy a pesar de que la reacción de un adolescente que aun no encuentra empleo no sera la misma a la de un padre de familia que cubre todos los gastos perdiéndolo se debe tener en cuenta que ambas situaciones pueden generar un estrés, ansiedad, frustración y hasta depresión en ambos casos.
La ansiedad se hace presente al momento de estar
desempleado derivando en ataques de ansiedad que varían a provocar síntomas como
molestias estomacales, insomnio y contracturas musculares y si esta situación se
mantiene así pueden aparecer nuevos síntomas como el desánimo, la desesperación
e incluso escalar a una depresión.
Los sentimientos como la impotencia, la frustración y el
agobio suelen ser más frecuentes al igual que una crisis de identidad ante el
hecho de no tener ingresos ligando una pérdida de capacidad adquisitiva y del
proyecto personal, así como la misma pérdida de la necesidad básica de la autorrealización.
Puede incluir incluso un gran peligro al tener la autoestima ligada al tener o
no un trabajo. El estrés crónico puede llegar a convertirse en apatía,
desmotivación y como se mencionó anteriormente, depresión dando lugar a conductas
como el aislamiento o agresividad.
Los males fisiológicos.
En consecuencia, los males fisiológicos se presentan en forma
de
agotamiento, tensión física e incluso alteraciones del sueño debido a los
niveles altos del cortisol (la hormona del estrés) dando lugar a efectos tóxicos
sobre los tejidos presentes en el sistema nervioso al estar presentes mucho
tiempo, a pesar de eso, la mayor parte de estos efectos son reversibles.
-Aislamiento social, este siendo derivado de la vergüenza,
la sensación del fracaso y el sentimiento de culpa que dificulta y corta con
cualquier forma de comunicación y relaciones sociales
-Desordenes alimenticios, a base de la depresión y
ansiedad que provoca la situación, además de dejar en segundo plano los gastos de la alimentación.
-Conflictos familiares, a raíz de no conseguir
empleo estos aumentaran gracias a comentarios o especulaciones de la familia o
circulo social que pueden derivar en discusiones
- A base de la hipertensión provocada por el estrés, se presenta la obesidad, el sedentarismo, la diabetes y el pesimismo.
La misma falta de empleo en tiempo prologado genera
gastritis, dolores de cabeza, espalda o cuello, hipertensión y alteraciones de
la piel.
Ocho meses pasados el desempleado entra en un estado de
desesperanza.
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