La situación de desempleo puede ser considerada unos de los eventos más estresantes de un individuo, y esto conlleva muchas consecuencias a nivel emocional para los jóvenes.
¿Qué conlleva el desempleo juvenil?
La falta de empleo no solo representa una carencia económica, que para muchos jóvenes significa dependencia a las figuras parentales. Obtener un empleo es una expectativa social y cultural adquirida desde la infancia y desde entonces continuamente reforzada a través de las influencias de la escuela, la familia y los medios de comunicación; y cuando el individuo logra insertarse en el mundo del trabajo, accede a un nuevo status y a una nueva identidad social. El desempleo interrumpe este proceso con lo que va a generar una nueva experiencia de derrota y de fracaso. Acarrea un retraimiento marcado por la depresión, y ansiedad, una disminución de las relaciones sociales y pasividad.
La pérdida de empleo conlleva enormes consecuencias psicológicas para las personas de mediana edad.
Se observa un rápido deterioro de la salud por la pérdida brusca de aportes psicosociales, como la disponibilidad económica, las habilidades laborales, la imposibilidad de predecir y planificar el futuro y la pérdida de estatus social.
Son personas que están en tensión permanente, con sentimientos que fluctúan entre la rabia e impotencia, mal descanso nocturno, muchas preocupaciones y ansiedad.- Depresión o bajo estado de ánimo: el paro de larga duración puede generar desaliento y desmoralización. Si estos sentimientos se mantienen de forma prolongada, pueden derivar en depresión: el desempleado pierde la ilusión y la capacidad de encontrar sentido a su vida.
- Incertidumbre: tras muchos meses sin encontrar empleo, puede aflorar una sensación de inseguridad que genera estrés, indefensión y y temor. Estos sentimientos son muy paralizantes y merman la capacidad de respuesta y de acción.
- Falta de expectativas: si el esfuerzo por encontrar empleo no da sus frutos, es habitual perder la esperanza y la confianza en uno mismo. La ausencia de expectativas lleva a no plantearse metas y, ¿Qué es la vida sin objetivos? Los objetivos son nuestro motor.
- Angustia/ansiedad: algunos desempleados de larga duración entran en un estado de tensión permanente que les lleva a sentir ansiedad y a sufrir todo lo que ésta conlleva: mal descanso nocturno, debilitamiento de la salud, etc.
- Sensación de culpa y vergüenza: no son pocos los desempleados que se sienten directamente responsables de su situación de desempleo, tomándolo como un fracaso personal.
- Exclusión social: la ausencia de ingresos, junto a un deteriorado estado de ánimo provocan que la persona se aísle de sus redes sociales (familia, amigos, conocidos, etc.)
- Pérdida de rutinas. Los hábitos y rutinas, como el cumplimiento de unos horarios laborales, nos ayudan a equilibrar nuestra vida y a estabilizarla. Por el contrario, el desempleo prolongado puede conducir a la pérdida de hábitos, y a un desorden general en nuestro día a día, mermando cada vez más nuestra fuerza de voluntad
No hay comentarios:
Publicar un comentario